Días de encuentros, felicitaciones y buenos deseos. Fechas para hacer balance, extraer conclusiones y recoger las notas del año. Buen momento para recordar cómo empezamos el 2023, ante unos folios en blanco, dispuestos a ‘pintar’ nuestra propuesta de valor como compañía. Por primera vez, después de 25 años de vida profesional, se trataba de hablar de nosotros, de nuestro bagaje, de nuestros conocimientos… Y vaya si nos costó. Pero, ante todo, se trataba de concretar qué podíamos ofrecer al mercado. Semanas dándole vueltas a nuestras experiencias, haciéndonos cientos de preguntas, compartiendo reflexiones, conviviendo con certezas e incertezas, recopilando los mejores consejos y dando rienda suelta a nuestros sueños. Siempre partiendo de esa mentalidad compartida, suma de altas dosis de exigencia, dedicación y humildad, nuestras herramientas más poderosas para afrontar nuestra próxima etapa vital.
Se trataba de acompañar a proyectos que confiasen en la comunicación como activo estratégico para su gestión empresarial. En definitiva, de construir reputación para aportar valor, una frase que finalmente se convirtió en nuestro propósito de marca. De manera natural nacía Xerpa Studio, a la vez que nos sumábamos a los primeros retos profesionales, ya fuesen encargos puntuales o proyectos de largo recorrido.
Entre trámites de constitución de empresa y creación de marca, nos exigimos ser felices con nuestro trabajo, mantener ante todo nuestra relación de amistad y disfrutar de las ventajas (y obligaciones) que comporta trabajar para uno mismo. Y, por si fuera poco, añadimos una vuelta de tuerca al reto: empezamos dejando de lado el mundo del deporte durante los primeros meses y nos centrarnos en proyectos vinculados al mundo corporativo. Creíamos que era la mejor manera de contrastar y validar nuestro método en una industria que no era ‘la nuestra’ y que, por tanto, le añadía un valor extra a la propuesta que ofrecíamos. Dicho y hecho.
Anunciamos el lanzamiento de Xerpa Studio y nos convertimos en nuestro primer cliente: si no éramos capaces de vender nuestro producto a los medios, difícilmente lo conseguiríamos para futuros clientes. Y el resultado fue realmente satisfactorio y esperanzador. Ni en nuestros mejores sueños imaginamos la excepcional acogida que tuvo nuestra puesta de largo. Los medios de comunicación recogieron con complicidad la noticia, y recibimos una avalancha de ánimos y felicitaciones, energía en vena para ponernos en marcha.
Y, a partir de ahí, una cascada de proyectos, nuevos compañeros de viaje, contextos desconocidos y la maleta del 2023 repleta de aprendizajes y experiencias. Acostumbrados a trabajar durante 25 años para una misma organización, Xerpa Studio nos ha abierto la puerta a conocer nuevas corporaciones y empresas, cada una con sus retos y singularidades. Nuevas relaciones personales y nuevos sectores profesionales, pero el mismo compromiso y dedicación.
Y así, sin parar. Exigiéndonos más que nunca, sintiendo como propios los proyectos a los que nos sumamos, aprendiendo y disfrutando.
Por todo ello, 2023, gracias infinitas!
